En el Reino de GAILEDÚM el lenguaje corriente es la música. No hay palabras confusas como aquí. No hay conservatorios, ni lugares en donde estudiar escalas, ni acordes. En GAILEDÚM los músicos no existen. Sería ridículo pensar en alquien que no haga música. Allí cantar y bailar es tan natural como respirar.

Del libro "Música Infinita" - Javier Aguilar